Will Trent [Spanish Edition]

Will Trent es un brillante agente de la Oficina de Investigación del estado de Georgia. Ahora enamorado, comienza a cargar con un pasado difícil. De repente, una estudiante universitaria ha desaparecido y Will es, inexplicablemente separado del caso por su supervisora y mentora Amanda Wagner. Cuarenta años atrás, en el verano en el que Will nació, Amanda daba sus primeros pasos en el Departamento de Policía de Atlanta y uno de sus primeros casos fue la investigación de un crimen brutal en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad.

Will Trent es un brillante agente de la Oficina de Investigación del estado de Georgia. Ahora enamorado, comienza a cargar con un pasado difícil. De repente, una estudiante universitaria ha desaparecido y Will es, inexplicablemente separado del caso por su supervisora y mentora Amanda Wagner. Cuarenta años atrás, en el verano en el que Will nació, Amanda daba sus primeros pasos en el Departamento de Policía de Atlanta y uno de sus primeros casos fue la investigación de un crimen brutal en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad.

El descubrimiento de un asesinato en una obra abandonada conduce a Will Trent y al Georgia Bureau of Investigation a un caso que se vuelve más peligroso cuando el cadáver es identificado como el de un expolicía. Tras hacer la autopsia, Sara Linto —la nueva forense del GBI y amante de Will— descubre que la ingente cantidad de sangre encontrada no pertenece a la víctima. Con seguridad, un rastro de sangre que sale fuera de la escena del crimen indica que hay otra víctima, una mujer que ha desaparecido… a la que si no encuentran pronto, morirá.

La autora bestseller del New York Times, Karin Slaughter, regresa con otro thriller electrizante en la querida serie de misterio de Will Trent, esta vez enfrentando a Will y Sara contra un misterioso grupo que planea desatar una epidemia mortal.

El inspector Will Trent recibe una información inquietante mientras indaga sobre la muerte de un preso: uno de los reclusos asegura ser inocente de la despiadada agresión de la que fue acusado hace años. Afirma que unos policías corruptos, encabezados por Jeffrey Tolliver, le tendieron una trampa para inculparlo y que el verdadero responsable, un asesino que lleva años sistemáticamente atacando a mujeres en el estado de Georgia, sigue libre.